19 nov 2011

El mal es la ausencia de Dios en nuestras vidas



El Cristo de Corcobado, Lima - Perú
Cuenta una leyenda, que hace tiempo cuando en el mundo Reinaba la oscuridad. Los males dominaban a la humanidad. La pereza, la descidia, la envidia, la ira, la frustración en fin,, todos los males imaginables para el hombre, dominaban su voluntad y su destino.
Con el paso del tiempo muchos sabios intentaron que la humanidad aprendiera el camino del bien, para que así, por fin la oscuridad se acabe y se ilumine su camino.
Mas todos los sabios del mundo siempre fracasaban, pues, el hombre seguía -a pesar de los avances en pensamiento- haciendole caso a la ira y hacía guerras, a la envidia y era indecente, a la frustración y se deprimia, etc.
Al ver esto, el Ser supremo, decidió ayudar para que el bien supere para siempre al mal, y envío a su mensajero mas preciado para que enseñe a la humanidad cúal era el camino del bien. Y entonces nacio en un pesebre de Belen el maestro de maestros que vino con una sola arma para vencer al mal, un arma que el Ser supremo había tratado de entregar a la humanidad desde su misma creación.

Sí, el arma que vencería al mal y alejaria la oscuridad para siempre, era El amor. Jesús nos enseñó que el Amor era el camino, y que una vída vivida con él, sería una vida maravillosa y una muerte con él, era la trascendencia a la muerte.
Jesús nos enseñó hasta con su muerte cuanto amor se puede sentir por el prójimo, y que ese amor hace que una muerte trascienda al tiempo.

Entonces, si queremos vencer el mal y vivir una vida feliz y en armonía tenemos que vivir según la enseñanza de Jesús o sea tenemos que vivir con Dios en nuestras vidas.

No por nada se dice, que "el mal es la ausencia de Dios en nuestras vidas"